El viejo Ayuntamiento, el edificio consistorial del siglo XVIII, inexpugnable para cualquier persona con discapacidad, ya ha sido conquistado. Es accesible. Desde el pasado lunes la concejal socialista Laura Soler, que tiene que desplazarse en silla de ruedas, está probando el sistema habilitado. En un principio se instaló por la petición del grupo municipal socialista de que se hiciera accesible el inmueble ya que la concejal no puede subir a las instalaciones que su grupo tiene en la segunda planta del inmueble. El sistema ha pasado por numerosos avatares, ya que, aunque los elevadores están instalados desde hace meses, algunos fallos han retrasado su puesta en marcha. No ha sido hasta el pasado pleno municipal cuando la concejal responsable del Patronato Municipal de la Vivienda, Isabel Fernández, cuyos arquitectos estudiaron y diseñaron la instalación, le notificó a la concejal socialista que ya se podía utilizar. Laura Soler hacía las pruebas pertinentes ayer, apoyada por dos bedeles del Ayuntamiento y no exenta de algo de dificultad. El sistema consiste en una hilera de elevadores que están instalados en las escaleras de la parte trasera del edificio. Aunque hay ascensor para llegar a él hay que salvar escalones así como para llegar a cada una de las plantas. Y la plataforma elevadora es la que permite acceder al ascensor.«Desde el grupo municipal socialista estamos muy contentos de que este paso se haya dado, y ya no me alegro tanto por mí, que me iré, sino porque esto se quedará», declaraba Laura «ahora el Ayuntamiento ya es de todos de verdad», comentaba. Soler se alegra especialmente por todas las personas discapacitadas que tienen que moverse en silla de ruedas y que hasta ahora no habían podido subir al edificio. Actualmente el Salón Azul es visitable y a diario numerosos turistas lo visitan. Y los fines de semana el edificio consistorial celebra enlaces matrimoniales que hasta ahora estaban vedados a las personas en sillas de rueda. De hecho, en ocasiones allegados de los novios no han podido asistir al enlace por el obstáculo que suponía subir las escalinatas del inmueble. «Hemos convertido un edificio que era inaccesible en accesible», reconoce la concejal socialista, la primera además que se mueve en silla de ruedas. Está orgullosa de haber conseguido que después de muchas peticiones de particulares a lo largo de los años, su presencia en el Ayuntamiento como concejal haya obligado al final a colocar una instalación que permita llegar a todas las plantas del edificio. «No se puede decir a las dependencias públicas que sean accesibles si el Ayuntamiento no predica con el ejemplo», apunta la concejal.
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