En este sentido, y en cumplimiento del Reglamento 11077/2006 del Parlamento Europeo, se puso en marcha a partir del 26 de julio de 2008 una medida comunitaria de atención a pasajeros discapacitados, lo cual implica un gran avance social para dichas personas.
Al respecto se han dispuesto todos los recursos económicos, materiales y humanos necesarios para hacer posible que en todos los aeropuertos europeos se preste servicio de calidad, que garantice todas las personas puedan hacer uso del transporte aéreo entre cualquier punto de la geografía europea, sea cual sea su discapacidad.
Según el Reglamento, el pasajero con movilidad reducida es aquél cuya capacidad de movimiento está limitada a efectos de la utilización de un medio de trasporte debido a cualquier discapacidad física (sensorial, de locomoción o mental, permanente o temporal).
El reglamento supone
En el aeropuerto de salida: Citarse en un punto de encuentro con la persona, ayudarle con su equipaje de mano y acompañarlo al mostrador de facturación, así como asistencia en los trámites necesarios para facturar, compañía hacia la zona de embarque, pasando los controles de seguridad; dirigirlo hacia el avión y desplazarlo hasta el asiento designado.
En el aeropuerto de llegada: Ayuda con el equipaje de mano, desplazamiento desde el asiento hasta la puerta del avión y desembarque; conducirlo hacia la sala de equipajes; llevarlo hasta un punto de encuentro en el aeropuerto de destino (si éste está dentro de la UE).
Reserva y solicitud de asistencia
En el momento de realizar la reserva de sus boletos, el pasajero con capacidades diferentes deberá informar de sus limitaciones, así como la necesidad de recibir asistencia en el aeropuerto especificando de manera clara sus limitaciones.
A bordo:
Si presenta una discapacidad sensorial, el personal de la compañía aérea deberá acercarse al pasajero y ofrecerle el adecuado nivel de asistencia durante el vuelo. Por ejemplo, deberán explicarle los procedimientos de emergencia y ayudarle con los envases de las comidas.
Si viaja con su perro-guía o perro de asistencia, éste podrá embarcar sin cargo adicional. Deberá estar debidamente equipado con bozal, collar y correa.
Políticas de accesibilidad
En el aeropuerto Luton de Londres se han diseñado los accesos y servicios teniendo en cuenta a los pasajeros con movilidad reducida. La entrada a la terminal se realiza por medio de puertas giratorias cuya velocidad puede reducirse mediante la presión de un botón. También hay dos puertas “accesibles”, idóneas para clientes con perros-guía.
A los pasajeros con movilidad reducida se les pide utilizar alguno de los teléfonos de ayuda especial situados por todo el edificio de la terminal.
Muchos teléfonos disponen de teclado numérico y pantalla táctil.También se dispone de teléfonos a baja altura para los usuarios de sillas de ruedas.
En el vestíbulo principal existen dos puntos para tomar sillas de ruedas. La utilización de estas sillas de ruedas es gratuita y en este sector también hay una zona de espera con asistencia especial.
En muchos mostradores para los clientes se ha instalado ayuda audiofónica por inducción magnética.
Embarque y desembarque
En el vestíbulo de salida existe una zona de espera de asistencia especial. En facturación, el personal avisará a los clientes con movilidad reducida sobre su hora de preembarque.
Los pasajeros deberán asegurarse de estar en el mostrador a la hora del preembarque, de tal forma que puedan ser atendidos para llegar al avión, si fuese necesario. Los viajeros con capacidades diferentes que tengan dificultades para utilizar las escaleras deberán avisar al personal del mostrador de facturación, con el fin de que reciban ayuda.
Los clientes con movilidad reducida que lleguen al aeropuerto de Luton pueden ser asistidos desde el avión. Esta ayuda comprende también recoger el equipaje y la salida por el pasillo de la aduana hasta el estacionamiento de coches o el de transporte público.
Hay ayuda a los pasajeros con dificultades para andar o para utilizar escaleras. Esta asistencia debe reservarse con la compañía aérea por anticipado.
El caso mexicano
Ernesto Rosas Barrientos, vicepresidente de Libre Acceso A.C., comenta para KIOSCO que el aeropuerto de la ciudad de México ha relegado y desatendido la parte operativa y normativa para las personas con discapacidad visual.
“El aeropuerto carece de señalamientos táctiles y de lugares específicos de atención para ciegos, como ocurre en ciertos aeropuertos de Japón.
“Tendría que haber guías táctiles en el suelo, pues las canaletas que existen —y que continuamente se cortan durante el trayecto entre las salas— limitan el tránsito al guiarnos únicamente de frente, y no permitirnos mover el bastón blanco de izquierda a derecha como lo hacemos habitualmente”, señala.
Rosas Barrientos dice que lo ideal sería que al llegar al aeropuerto hubiera personal profesional y capacitado que asistiera a las personas con discapacidad hasta conducirlas a los mostradores.
En el sexenio pasado, Libre Acceso participó con la Oficina de Representación para la Integración Social para Personas con Discapacidad de Presidencia de la República (desapareció en junio de 2005), así como con la Dirección General de Aeronáutica Civil, con el fin de elaborar un documento que fijaba las condiciones mínimas de accesibilidad y operación en el aeropuerto y líneas aéreas.
Sin embargo, las recomendaciones incluidas en el documento “Lineamientos para la Accesibilidad de las Personas con Discapacidad a Infraestructuras Aeroportuarias” no son obligatorias, lo cual exime a las aerolíneas de su cumplimiento y lo deja a criterio de las mismas y su personal, por lo que demandó a Aeronáutica Civil retomar el asunto.
CRISTINA PÉREZ-STADELMANN – eluniversal.com
Al respecto se han dispuesto todos los recursos económicos, materiales y humanos necesarios para hacer posible que en todos los aeropuertos europeos se preste servicio de calidad, que garantice todas las personas puedan hacer uso del transporte aéreo entre cualquier punto de la geografía europea, sea cual sea su discapacidad.
Según el Reglamento, el pasajero con movilidad reducida es aquél cuya capacidad de movimiento está limitada a efectos de la utilización de un medio de trasporte debido a cualquier discapacidad física (sensorial, de locomoción o mental, permanente o temporal).
El reglamento supone
En el aeropuerto de salida: Citarse en un punto de encuentro con la persona, ayudarle con su equipaje de mano y acompañarlo al mostrador de facturación, así como asistencia en los trámites necesarios para facturar, compañía hacia la zona de embarque, pasando los controles de seguridad; dirigirlo hacia el avión y desplazarlo hasta el asiento designado.
En el aeropuerto de llegada: Ayuda con el equipaje de mano, desplazamiento desde el asiento hasta la puerta del avión y desembarque; conducirlo hacia la sala de equipajes; llevarlo hasta un punto de encuentro en el aeropuerto de destino (si éste está dentro de la UE).
Reserva y solicitud de asistencia
En el momento de realizar la reserva de sus boletos, el pasajero con capacidades diferentes deberá informar de sus limitaciones, así como la necesidad de recibir asistencia en el aeropuerto especificando de manera clara sus limitaciones.
A bordo:
Si presenta una discapacidad sensorial, el personal de la compañía aérea deberá acercarse al pasajero y ofrecerle el adecuado nivel de asistencia durante el vuelo. Por ejemplo, deberán explicarle los procedimientos de emergencia y ayudarle con los envases de las comidas.
Si viaja con su perro-guía o perro de asistencia, éste podrá embarcar sin cargo adicional. Deberá estar debidamente equipado con bozal, collar y correa.
Políticas de accesibilidad
En el aeropuerto Luton de Londres se han diseñado los accesos y servicios teniendo en cuenta a los pasajeros con movilidad reducida. La entrada a la terminal se realiza por medio de puertas giratorias cuya velocidad puede reducirse mediante la presión de un botón. También hay dos puertas “accesibles”, idóneas para clientes con perros-guía.
A los pasajeros con movilidad reducida se les pide utilizar alguno de los teléfonos de ayuda especial situados por todo el edificio de la terminal.
Muchos teléfonos disponen de teclado numérico y pantalla táctil.También se dispone de teléfonos a baja altura para los usuarios de sillas de ruedas.
En el vestíbulo principal existen dos puntos para tomar sillas de ruedas. La utilización de estas sillas de ruedas es gratuita y en este sector también hay una zona de espera con asistencia especial.
En muchos mostradores para los clientes se ha instalado ayuda audiofónica por inducción magnética.
Embarque y desembarque
En el vestíbulo de salida existe una zona de espera de asistencia especial. En facturación, el personal avisará a los clientes con movilidad reducida sobre su hora de preembarque.
Los pasajeros deberán asegurarse de estar en el mostrador a la hora del preembarque, de tal forma que puedan ser atendidos para llegar al avión, si fuese necesario. Los viajeros con capacidades diferentes que tengan dificultades para utilizar las escaleras deberán avisar al personal del mostrador de facturación, con el fin de que reciban ayuda.
Los clientes con movilidad reducida que lleguen al aeropuerto de Luton pueden ser asistidos desde el avión. Esta ayuda comprende también recoger el equipaje y la salida por el pasillo de la aduana hasta el estacionamiento de coches o el de transporte público.
Hay ayuda a los pasajeros con dificultades para andar o para utilizar escaleras. Esta asistencia debe reservarse con la compañía aérea por anticipado.
El caso mexicano
Ernesto Rosas Barrientos, vicepresidente de Libre Acceso A.C., comenta para KIOSCO que el aeropuerto de la ciudad de México ha relegado y desatendido la parte operativa y normativa para las personas con discapacidad visual.
“El aeropuerto carece de señalamientos táctiles y de lugares específicos de atención para ciegos, como ocurre en ciertos aeropuertos de Japón.
“Tendría que haber guías táctiles en el suelo, pues las canaletas que existen —y que continuamente se cortan durante el trayecto entre las salas— limitan el tránsito al guiarnos únicamente de frente, y no permitirnos mover el bastón blanco de izquierda a derecha como lo hacemos habitualmente”, señala.
Rosas Barrientos dice que lo ideal sería que al llegar al aeropuerto hubiera personal profesional y capacitado que asistiera a las personas con discapacidad hasta conducirlas a los mostradores.
En el sexenio pasado, Libre Acceso participó con la Oficina de Representación para la Integración Social para Personas con Discapacidad de Presidencia de la República (desapareció en junio de 2005), así como con la Dirección General de Aeronáutica Civil, con el fin de elaborar un documento que fijaba las condiciones mínimas de accesibilidad y operación en el aeropuerto y líneas aéreas.
Sin embargo, las recomendaciones incluidas en el documento “Lineamientos para la Accesibilidad de las Personas con Discapacidad a Infraestructuras Aeroportuarias” no son obligatorias, lo cual exime a las aerolíneas de su cumplimiento y lo deja a criterio de las mismas y su personal, por lo que demandó a Aeronáutica Civil retomar el asunto.
CRISTINA PÉREZ-STADELMANN – eluniversal.com
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