martes, 17 de junio de 2008

Más de cuarenta minuválidos harán el Camino de Santiago www.sillasderuedas.es

En 2002 lo intentaron, pero no consiguieron la compostelana a pesar de haber recorrido más de un centenar de kilómetros. Seis años después, la Asociación Minusválidos en Acción ha decidido intentarlo de nuevo. Desde el pasado sábado, una decena de voluntarias y 36 ilicitanos con discapacidades diversas están entrenándose en las laderas del río. Se han apuntado al proyecto nueve minusválidos que tendrán que hacer el camino en silla de ruedas, siempre con la ayuda de los voluntarios.Este grupo es obviamente el que necesita practicar con más tesón. Una de las organizadora, Casimira Fenoll, explica que «en los recorridos que se hacen en las laderas se disponen de cuestas y bajadas similares a las que uno se tiene que enfrentar en el Camino de Santiago». Los voluntarios no sólo deben entrenarse en el andar, sino también en el manejo de la silla de ruedas. Uno de sus ejercicios será sentarse en una de ellas y experimentar en sus carnes las sacudidas y golpes del rodar en mal terreno, y notar la sensación de inseguridad de los discapacitados cuando dependen de la persona que les empujan. Casimira asegura que es una práctica imprescindible porque marca por sí solo los límites al voluntario.La aventura se iniciará el 18 de agosto, en Burgos. Está previsto que el grupo llegue a Santiago de Compostela el 28 del mismo mes tras recorrer unos 120 kilómetros.AyudasLa expedición necesita de la presencia permanentemente de un autobús. El vehículo les trasladará en primer lugar hasta Burgos, los seguirá y los traerá de vuelta. Este servicio tiene un precio elevado, pero la asociación no tendrá que costearlo. El propietario de una empresa ilicitana que se dedica a las máquinas de café, Mariano Mendoza, se ha ofrecido ya para hacerse cargo del alquiler del autobús. Asimismo, la empresa Pikolinos ha entregado prendas de vestir y no se descarta que la fundación que preside su propietario, Juan Perán, haga una aportación económica. Otros colaboradores son Calzados Mustang, el restaurante del Parque Municipal y Productos Lozano, entre otros.La iniciativa es cara porque los peregrinos no pueden pernoctar en los albergues del Camino de Santiago. La mayoría de ellos no están adaptados todavía a las necesidades de personas discapacitadas. La expedición no tendrá más remedio que dormir en hoteles, lo que encarece mucho la aventura. De todas formas, precisa Casimira, se aprovechará el viaje para comprobar si algunos de los albergues han hecho las reformas que prometieron hace seis años, con motivo del primer intento.Según la organizadora quedan libres todavía unas ocho plazas para completar el aforo del autobús. Advierte de que no se puede hacer el camino en silla de ruedas eléctricas, aunque precisa que «se preparan unas cuantas de las otras para quien quiera».

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