Los conductores aprendieron la mejor forma de tratar a este colectivo. Los anclajes de la silla de ruedas son obligatorios
ROCÍO P. LLAMAS. MÁLAGA Con las últimas veinte licencias otorgadas para taxis adaptados se dio un paso de gigante para ayudar a la independencia de las personas con discapacidad. En este sentido queda mucho por hacer y desde el Área de Accesibilidad Universal del Ayuntamiento de Málaga y el Instituto Municipal del Taxi se sigue apostando por estos vehículos, pero esta vez a través de uno de sus protagonistas, los taxistas.Ayer tuvieron lugar en el CAC de Málaga unas jornadas pioneras en el ámbito nacional sobre concienciación de los taxistas hacia la discapacidad dirigidas por técnicos del Área de Accesibilidad, en donde cerca de treinta taxistas aprendieron el trato más adecuado hacia estas personas y las necesidades de cada una de ellas.Los conductores tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano la opinión del servicio de algunos usuarios de taxis con discapacidad. Asimismo, los taxistas se pusieron en la piel de este colectivo mediante antifaces y sillas de ruedas para asimilar de manera más profunda la realidad de estas personas. De la misma manera, aprendieron con precisión el proceso obligado de anclaje de las sillas de ruedas, para que la seguridad del usuario sea lo más óptima posible.Un ejemplo: las personas ciegas que piden un taxi por teléfono deben ser ayudadas para montarse en el vehículo. El conductor debe salir del coche, acercarse a la persona y tomarle el brazo para acercarlo al manillar. Algunos taxis cuentan con unos nuevos taxímetros táctiles, cuyo coste alcanza los 3.000 euros, y que informan sobre el importe del servicio de forma sonora.El colectivo taxista asistente se mostró muy interesado en todas las pautas a seguir con estas personas. Además, pidieron que se les tuviera en cuenta a la hora de acceder a lugares como la Plaza del Siglo y no multarlos para poder finalizar el servicio lo más cerca posible del destino de la persona con discapacidad. Luis Miguel Tomás, técnico comercial de la empresa que se ha encargado de la adaptación de estos 20 nuevos taxis, Rehatrans explicó que: "tardamos un mes en adaptar los vehículos y nuestra principal preocupación es la seguridad del usuario con discapacidad".
ROCÍO P. LLAMAS. MÁLAGA Con las últimas veinte licencias otorgadas para taxis adaptados se dio un paso de gigante para ayudar a la independencia de las personas con discapacidad. En este sentido queda mucho por hacer y desde el Área de Accesibilidad Universal del Ayuntamiento de Málaga y el Instituto Municipal del Taxi se sigue apostando por estos vehículos, pero esta vez a través de uno de sus protagonistas, los taxistas.Ayer tuvieron lugar en el CAC de Málaga unas jornadas pioneras en el ámbito nacional sobre concienciación de los taxistas hacia la discapacidad dirigidas por técnicos del Área de Accesibilidad, en donde cerca de treinta taxistas aprendieron el trato más adecuado hacia estas personas y las necesidades de cada una de ellas.Los conductores tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano la opinión del servicio de algunos usuarios de taxis con discapacidad. Asimismo, los taxistas se pusieron en la piel de este colectivo mediante antifaces y sillas de ruedas para asimilar de manera más profunda la realidad de estas personas. De la misma manera, aprendieron con precisión el proceso obligado de anclaje de las sillas de ruedas, para que la seguridad del usuario sea lo más óptima posible.Un ejemplo: las personas ciegas que piden un taxi por teléfono deben ser ayudadas para montarse en el vehículo. El conductor debe salir del coche, acercarse a la persona y tomarle el brazo para acercarlo al manillar. Algunos taxis cuentan con unos nuevos taxímetros táctiles, cuyo coste alcanza los 3.000 euros, y que informan sobre el importe del servicio de forma sonora.El colectivo taxista asistente se mostró muy interesado en todas las pautas a seguir con estas personas. Además, pidieron que se les tuviera en cuenta a la hora de acceder a lugares como la Plaza del Siglo y no multarlos para poder finalizar el servicio lo más cerca posible del destino de la persona con discapacidad. Luis Miguel Tomás, técnico comercial de la empresa que se ha encargado de la adaptación de estos 20 nuevos taxis, Rehatrans explicó que: "tardamos un mes en adaptar los vehículos y nuestra principal preocupación es la seguridad del usuario con discapacidad".
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